Cuando solicitas un préstamo a un banco y firmas un contrato donde se estipula la tasa de interés, el plazo de límite y el resto de las condiciones, lo mismo sucede con un bono. Así que es básicamente como si tú fueras el banco en esta ocasión.
¿Cómo funcionan los bonos?
Vamos a ejemplificar el funcionamiento de los bonos. Digamos que tienes un capital y buscas hacer una inversión. Los bonos hasta ahora te parecen los más interesantes porque al ser una inversión con intereses de pago semestral no tendrás que preocuparte por perder tu dinero a mediano o largo plazo.
Tu siguiente paso es buscar un gobierno, organización o empresa que necesite dinero y que, por lo tanto, esté buscando una ayuda en forma de dinero a través de bonos. A muchas empresas le resulta más rentables buscar liquidez a través de los bonos porque es cuestión de pagar la deuda con intereses. En cambio, si se tratase de vender sus acciones el poderío de la empresa comenzaría a fraccionarse y los inversores que las compraron se llevarían parte de las ganancias y del crecimiento de dicha empresa.
La negociación de los bonos se realiza a través de un mercado financiero, por lo que el inversor necesitará un corredor o broker que cumpla la función de intermediario. Una vez halles la mejor opción, puedes adquirir los bonos bajo ciertos términos y condiciones.
En nuestro ejemplo, Juan compró bonos a la fabricante automovilística Renault con un valor estimado de $1000, una tasa de interés del 5% y con un vencimiento a 10 años. Si sacamos el porcentaje anual en intereses, Juan conseguiría unos $50 cada año ($25 semestral). Una vez termine el plazo de los 10 años, nuestro amigo no solo tendrá de regreso sus $1000 sino un excedente de $500 gracias a los intereses.
Tipos de Bonos
- Bonos a tasa de interés fija y flotante: Como todo préstamo o inversión de deudas, existen diferentes tipos de tasa de interés. En este caso un bono puede tener una tasa de interés fija, la cual no cambiará desde que se emite el bono. También existen las fijas escalonadas donde el interés va aumentando con el pasar de los meses. Además, existen los bonos de interés flotante que reúne una o más tasas de interés de referencia.
- Bonos cupón cero: En estos no se paga cupón de interés mensual, sino que el interés queda implícito en el precio de descuento del propio bono. Este tipo de activos financieros suelen ser otorgados por organismos gubernamentales como la tesorería.
- Bonos amortizables: Son los tipos de bonos donde la empresa acreditada tiene la posibilidad de ir amortizando los pagos durante la vida de estos o al final del periodo de caducidad.
- Bonos recomprables/revendibles: Los recomprables son aquellos que permite a la asociación emisora recomprar el bono. Mientras que los revendibles brindan la opción de ser vendidos a dicha asociación.
Riesgos
Todo sería perfecto si los bonos funcionaran de esa forma el 100% del tiempo, pero lo cierto es que nada es perfecto y hay riesgos que se corren al invertir con deuda.
- Las compañías y los gobiernos pueden incumplir con el pago de tus bonos. Cuando estas pasan por una crisis financiera o el estado entra en default, es posible que no logres que tu inversión regrese.
- La inflación puede causar una caída en el valor de tus bonos. De hecho, si dicha inflación sobrepasa la tasa de interés (también llamado cupón) de tu bono, quedarás sin ganancia alguna.
- El retorno de inversión de un bono es menor al de las acciones.
- Los rendimientos de los bonos pueden caer y con ello el retorno de tu inversión.
Beneficios
- Recibir dinero a través de los intereses es una de las mejores formas de ganar ingresos pasivos.
- Si aguantas el bono hasta que se cumpla el plazo de tiempo acordado conseguirás tu inversión principal de regreso.
- Otra alternativa es que en vez de aguantar tu bono hasta lo último lo vendas a un precio mayor al de compra.
- Son una forma de inversión relativamente segura, en especial si inviertes en organizaciones y compañías sólidas.